En el siglo XVIII los Illuminati comenzaron a infiltrarse secretamente en todas las logias masónicas conocidas para dominarlas desde dentro y someter en escaso tiempo a la masonería europea. La oportunidad de federar y controlar todos los grupos secretos en Europa le llegó en 1782 cuando se dio una reunión continental de la masonería. Los Illuminati hicieron acto de presencia bajo la estricta observancia templaría y camuflados en otras obediencias. Pero fallaron en su objetivo final debido a la oposición de la Gran Logia de Inglaterra, de los Teósofos del místico sueco Swedenborg y el Gran Oriente de Francia.
Muchos aseguran que los Illuminati influyeron decisivamente en ese simbolismo norteamericano repleto de signos esotéricos. En el diseño del escudo trabajaron directamente personajes históricos de vida apasionante como George Washington (que cuando ocupó el cargo de primer presidente de los Estados Unidos, un antiguo gran maestre de Nueva York le tomó juramento sobre una Biblia procedente de una logia masónica) y Benjamín Franklin (gran maestre de la logia de Pensilvania).
Finalmente y tras muchas deliberaciones, el dibujo fue aceptado por el Congreso el 20 de junio de 1782. En su anverso contiene un águila americana (símbolo del Ave Fénix) con las alas abiertas, sosteniendo una rama de olivo con su pata derecha y un manojo de trece flechas en la izquierda (el mismo número de niveles o grados de los Illuminati.
El 13 se repite continuamente en la iconografía norteamericana); lleva un pergamino en el pico, con el lema «E pluribus unum» (de muchos uno), y trece plumas en la cola. Sobre la cabeza del águila hay un escudo con una constelación formada por trece estrellas que configuran el símbolo de la Estrella de David entre una nube. En el pecho del águila hay un escudo de trece barras. Todo el diseño tiene fondo azul.
El reverso del escudo está presidido por una pirámide inconclusa. El ojo de la Providencia se encuentra en un triángulo representado como un remate flotante con emanaciones de gloria. El lema «Annuit coeptis» aparece sobre el remate flotante. La pirámide tiene trece niveles y en la base hay inscritos los números ro-manos MDCCLXXVI (año de fundación de los Illuminati). Finalmente, bajo la pirámide, un pergamino ostenta el lema «Novus ordo seclorum» (Nuevo Orden Secular, Nuevo Orden de los Siglos, o bien, Nuevo Orden Mundial).
Es ese sello precisamente el que colocó en 1932 el presidente Roosevelt en todos los billetes de dólar. Un presidente influido por ideas iluministas (era masón) y que logró instaurar el famoso New Deal (Nueva Era) americano. Pero lo importante es que ese era el símbolo exacto que portaban los Iluminados de Baviera. ¿Casualidad?
Es también interesante ver cómo los Ulluminati, al igual que la masonería en general, parecen estar tras la Revolución Francesa y el triple lema: Libertad, Igualdad y Fraternidad. Fue precisamente en los momentos iniciales en que se fragua la revuelta francesa cuando la sede central de los iluminados, que se hallaba en Francfort, se ve más alterada.
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